jueves, 10 de enero de 2008

Infancia


En momentos como estos pienso, qué rapido que pasa el tiempo, ayer era pequeña, jugaba en el cole, todos eramos pequeños e inocentes, y de repente me miro, qué mayor me he hecho. Ya en la universidad, con pareja estable, viviendo sola. En fin. Es curioso, cuando somos pequeños, estamos pensando constantemente en hacernos grandes, a los 3 o 4 años queremos queremos crecer para dejar de hacer pipi en la cama, a los 11 queremos un ActionMan, vamos creciendo y nuestras metas, objetivos y caprichos se van haciendo mayores, es como buscar más allá, queriendo cosas que quizás no nos sirven para nuestra vida, pero las queremos porque los demás la tienen o simplemente porque sí. Y no nos damos cuenta de que a veces es agradable tener lo que tenemos y no pedir más. Antes de cumplir los 18 estamos desesperados tenerlos, aunque sea una fecha más, no disfrutamos del momento, pensamos en el futuro tan lejano que ni sabemos si será asi como esperamos. Y ahora que nos vamos haciendo mayores, personas adultas nos damos cuenta de que la infancia era muy bonita, sin estrés, jugabamos todo el dia, ibamos al parque y nos peleabamos por los columpios, ahora es trabajar, estudiar, pelearnos por conseguir un buen puesto de trabajo. Cada vez me doy más cuenta de que mi presente es lo que más importa, no sabré lo que ocurrirá mañana, ya perdimos nuestro pasado, es mejor aprovechar el presente y disfrutarlo como es debido sin pensar en el futuro. Qué bonita es la infancia... xD

2 comentarios:

maduxi dijo...

a veces pienso en eso tambien. Pero es incluso mas interesante pensar si ahora no seremos niños aun, i dentor de unos años pensaremos de los 20 lo mismo que ahora pensamos de los 4.
Pero en fin de cuenta slo importante es eso, vivir el presente.

Anónimo dijo...

Lo que dices nos pasa a todos, pero no hay que ser tan pesimista. Es cierto que el tiempo pasa rápido y que a veces da la sensación de que lo hace más deprisa de lo que debería, pero verlo de esta forma es muy triste desde mi punto de vista y aunque estas cosas a mí también me rondan por la cabeza, prefiero quedarme con la sensación de que cada etapa es bonita porque TODAS las edades tienen algo que la anterior no tenía, y que estancarse en la infancia es privarse de muchos momentos que sólo con los años descubriremos.
Yo hace pocos días cumplí los 20, y me sentí un poco nostálgica porque dejé atrás una década que me ha marcado mucho, y de alguna forma creí que había salido de ella. Pero poco a poco te das cuenta de que no lo dejas atrás, sinó que lo llevas contigo bajo el brazo y que el privilegio de vivir esos momentos ahora ya es imborrable.
Podemos tener esos 18 cuando queramos, porque los buenos momentos y las etapas especiales las creamos nosotros. MUAAKK!