Tenía el pelo muy largo, le llegaba hasta la cintura. Le encantaba su melena, era su encanto, era su único encanto considerado por ella. Se hacía una trenza, tan larga que parecía un soga, tan fuerte, tan brillante. Todo menos su pelo podía ser ofendido.
Se dio cuenta, algo tan simple que ni ella misma se lo creía, su cabello se había convertido en su coraza, su escudo, una cortina, su protección. No quería, pero debía deshacerse de ella, no sólo era su coraza sino también un muro. Un muro que le impedía avanzar.
El muro es una representación del miedo. Se escondía tras esa cortina una bhavna, esa bhavna tímida y débil, esa bhavna sin rumbo ni destino.
Ahora está desnuda, ya no tiene su melena, su coraza, su escudo. Ahora es blanco fácil para todos.
Pero a la vez, es fuerte, segura, es capaz de todo. Este es un primer paso hacia delante. Ya no siente vergüenza, ya no teme a las maldades del mundo.
Aún así, era su melena, diferente a los/as demás. Adiós.
Esta es una nueva etapa de mi vida.
2 comentarios:
A veces nos agarramos a lo aparentemente estable, a quello en lo cual basamos nuestra seguridad, nuestro refugio. Puede ser un pelo, una ideología que se nos queda ya estrecha, una muletilla cuando no sabemos que decir. El riesgo es cambio,. El cambio es posibiidad de mejorar. Animo!!
Fdo. Raquel
Las corazas son nuestro problema, ahora que ya te has desnudado, podrías volver a tener el pelo largo y no como coraza sino como adorno jejejjee na, es broma, te queda fantastico así como lo tenias, de todas maneras largo no te quedaba mal....
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